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Costa Rica posee 20 especies de garzas que representan un 31% de las especies del mundo. Dentro de la familia Ardeidae, se reconocen cinco subfamilias (Ardeinae, Botaurinae, Tigrisominae, Agamiidae y Cochleariinae), todas presentes en nuestro país. Además, contamos con la presencia de 12 géneros: Ardea, Butorides, Bubulcus, Egretta, Syrigma, Nyctanassa, Nycticorax, Botaurus, Ixobrychus, Tigrisoma, Agamia y Cochlearius. El género Egretta es el más diverso con cuatro especies, le sigue Tigrisoma con tres y luego Ardea con dos, el resto de los géneros solo cuentan con una.
En la familia hay especies diurnas y nocturnas. En el país las garzas incluyen 17 especies diurnas y 3 especies nocturnas o crepusculares. Las especies diurnas, se alimentan y son activas durante el día, duermen por la noche, mientras que las nocturnas o crepusculares duermen de día, y se alimentan en el crepúsculo y noche. Entre las especies diurnas tenemos: Avetoro Neotropical (Botaurus pinnatus), Avetoro Norteño (Botaurus lentiginosus), Avetorillo pantanero (Ixobrychus exilis), Garza tigre de selva (Tigrisoma lineatum), Garza tigre de río (Tigrisoma fasciatum), Garza tigre cuellinuda (Tigrisoma mexicanum), Garzón azulado (Ardea herodias), Garza real (Ardea alba), Garza silbadora (Syrigma sibilatrix), Garza nivosa (Egretta thula), Garza azul pequeña (Egretta caerulea), Garza tricolor (Egretta tricolor), Garzeta rojiza (Egretta rufescens), Garza bueyera (Bubulcus ibis), Garcilla verde (Butorides virescens), Garcilla rayada (Butorides striata), Garza pechicastaña (Agamia agami); mientras que las nocturnas son: Chocuaco (Cochlearius cochlearius), Martinete coroniamarillo (Nyctanassa violacea) y Martinete coroninegro (Nycticorax nycticorax).
Por otra parte, del total de especies, el 40% (8 especies) son residentes del país (todo el tiempo viven y se reproducen acá), el 20% (4) son migratorias del norte, es decir garzas migrantes que pasan al menos ocho meses en el país, pero no se reproducen aquí y el 35% (7) tienen tanto poblaciones residentes como migratorias en el país. Finalmente, está el caso de Syrigma sibilatrix, especie propia de América del sur y que arribó al país recientemente (2%, 1 especie), y se desconoce si se va a asentar o no.