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ESPECIES COSTARRICENSES
En Costa Rica habitan 6 especies de félidos o gatos silvestres, siendo tan variados desde el gran jaguar (Panthera onca) hasta el pequeño oncilla o tigrillo (Leopardus pardinoides).
Jaguar, el poderoso
Panthera onca
El mayor de los félidos costarricenses es este magnífico gato que puede llegar a medir más de 2 metros. De cuerpo robusto y gran fuerza, presenta un pelaje manchado. Puede cazar grandes presas como saínos, venados, caimanes, otros felinos, siendo uno de los grandes depredadores de las selvas americanas.
Jaguar, Panthera onca, huellas (Pata delantera 8 cm x 8 cm, Pata trasera 7 cm x 8 cm). Ilustración: MNCR, L. Sánchez-Aguilar
Puma, adaptable y el más extendido de América
Puma concolor
Otro de los grandes gatos es este félido de pelaje pardo sin manchas. Puede llegar a medir cerca de 2 metros. Es ágil, fuerte y caza una gran variedad de presas como venados, pizotes, coyotes, grandes roedores y otros. Es el gato silvestre más extendido de América, habita desde Alaska hasta la Patagonia en el extremo de Sudamérica, y parece a prueba del clima, pues ocupa tanto los fríos bosques del norte, como el desierto inhóspito, la selva tropical y los imponentes Andes.
Puma o león americano, Puma concolor, huellas (Pata delantera 7 cm x 7 cm, Pata trasera 7 cm x 8 cm). Ilustración: MNCR, L. Sánchez-Aguilar
Manigordo u Ocelote, el de las manos gruesas
Leopardus pardalis
Su nombre se refiere a sus patas delanteras que se aprecian muy gruesas. Es uno de los gatos con un patrón de manchas muy hermoso a la visión humana. De tamaño intermedio entre los grandes gatos y los felinos menores, el manigordo puede medir cerca del metro y medio.
Manigordo u ocelote, Leopardus pardalis, huellas (Pata delantera 4.5 cm x 5 cm, Pata trasera 4 cm x 4 cm). Ilustración: MNCR, L. Sánchez-Aguilar
Caucel, el acróbata manchado
Leopardus wiedii
El increíble caucel es un gato capaz de hacer los movimientos más espectaculares de un felino en los árboles, lo que dejaría asombrado al mejor de los trapecistas humanos. De hecho, posee la particularidad de ser el único de nuestros gatos que puede bajar de cabeza por un árbol, debido a una adaptación que le permite doblar los tobillos lo suficiente para esta maniobra. De pelaje manchado y cola proporcionalmente larga, este gato puede llegar a medir un poco más del metro.
Caucel, Leopardus wiedii, huellas (Pata delantera 3 cm x 4 cm, Pata trasera 3 cm x 3 cm). Ilustración: MNCR, L. Sánchez-Aguilar
Jaguarundi, el oscuro olvidado
Herpailurus yagouaroundi
Es uno de los dos felinos costarricenses que no poseen manchas en su pelaje, es negro, aunque puede darse variaciones hacia un color castaño. De cuerpo esbelto, alargado, puede llegar a medir más de un metro. En algunos países recibe el sugestivo nombre de gato nutria por su cuerpo. Según algunas publicaciones, a pesar de no ser tan raro y habitar en muchos lugares, se conoce muy poco de esta especie siendo uno de los felinos americanos menos investigado, quizás el menos estudiado según algunas fuentes.
Jaguarundi o león breñero, Herpailurus yagouaroundi, huellas (Pata delantera 3.5 cm x 3.5 cm, Pata trasera 4 cm x 4 cm). Ilustración: MNCR, L. Sánchez-Aguilar
Oncilla o tigrillo, el elusivo gato de las nieblas
Leopardus pardinoides
De pelaje manchado y cola relativamente corta en comparación al cuerpo, puede llegar a medir un metro o menos. Es el más pequeño de nuestros gatos silvestres y quizás el más raro, siendo a menudo difícil de registrar su presencia. Solo habita zonas medias y altas en algunas cordilleras del país, entre nieblas y frío, incluyendo zonas tan altas como el cerro Chirripó.
Oncilla o tigrillo, Leopardus pardinoides, huellas (Pata delantera 2.5 cm x 2.8 cm aprox., Pata trasera 2.5 cm x 2.5 cm aprox.). Ilustración: MNCR, L. Sánchez-Aguilar











