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Científicos costarricenses descubren un nuevo género de perezoso gigante

Restos fosilizados de las extremidades anteriores y posteriores, molares, fragmentos de cráneo, costillas y vértebras de este nuevo perezoso gigante fueron encontrados al sur de Costa Rica.

Agosto, 2020. Hace más de 5.8 millones de años atrás, en el Valle de Coto Brus, al sur de Costa Rica, vivió un gigante de cerca de 3 metros de alto, era una especie de perezoso terrestre, al que los científicos llamaron Sibotherium Ka, que en lenguaje Bribri significa “Bestia del sitio de Sibö” y constituye el registro para la ciencia, de un nuevo género de perezoso gigante.

Así es, científicos costarricenses descubrieron los restos fósiles de un animal que no había sido descrito antes en todo el mundo y que habitó nuestro país hace millones de años atrás.

En investigaciones realizadas en campo y laboratorio, entre el 2003 y el 2020, la geóloga del Museo Nacional Ana Lucía Valerio, el paleontólogo del INA César Laurito y el Dr. Ascanio Rincón del Laboratorio de Paleontología, Centro de Ecología, Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), descubrieron e investigaron restos fosilizados de las extremidades anteriores y posteriores, molares, fragmentos de cráneo, costillas y vértebras de este nuevo género y especie de perezoso gigante.

Los paleontólogos César Laurito (al frente) y Ascanio Rincón articulan dos piezas de los fósiles encontrados.

Los paleontólogos César Laurito (al frente) y Ascanio Rincón articulan dos piezas de los fósiles encontrados.

La geóloga Ana Lucía Valerio muestra molares fosilizados

La geóloga del Museo Nacional Ana Lucía Valerio, muestra molares fosilizados.

Sibotherium ka debe ser considerado un perezoso terrestre de gran talla, unos 3 metros de altura, pero no fue el más grande, la familia de los megatéridos, a la que pertenece este nuevo género, posee cerca de 34 géneros más, todos extintos, algunos más grandes y otros más pequeños que el descrito por los costarricenses.

“La tendencia evolutiva de los perezosos en el Periodo Terciario (abarca de 66,0 a 2,58 millones de años atrás) fue un incremento progresivo del tamaño corporal que en el periodo Cuaternario (2,58 millones de años a la actualidad), cuando alcanzan su mayor talla, ejemplo de ellas son las especies como Megatherium americanum o Eremotherium laurillardi, que llegaron a medir poco más de 4 metros” explica el paleontólogo César Laurito.

Para los científicos, no hay duda que eran migrantes del noroeste de América del Sur, según explican no se conoce ningún otro registro de momento.

Mesa con los fósiles encontrados del Sibotherium Ka

En la mesa de trabajo se observan los fósiles encontrados del Sibotherium Ka

De izquierda a derecha: Dr. Ascanio Rincón, Ana Lucía Valerio y César Laurito

Durante las investigaciones de campo, encontraron fósiles de diversos animales, como caballos y camellos, pero de lo que más llamó la atención es que, junto con Sibotherium ka, había un pampatherido, que es básicamente un armadillo de gran talla, denominado Scirrotherium antelucanus, descrito por Laurito y Valerio en el año 2013 para Costa Rica y “que recién fue descubierto en Colombia, lo que confirma que los elementos de la fauna de abolengo suramericano encontrado en el sur de Costa Rica (Coto Brus), proceden sin duda de América del Sur”, agregó el Laurito.

Para llegar a la conclusión de que este es un nuevo género de animal tan antiguo, fue necesario 7 años de investigaciones de campo por parte de Valerio y Laurito, 2 años más de investigaciones de laboratorio, junto a Rincón y comparar los restos fósiles con al menos otros 15 géneros, para encontrar diferencias y similitudes y así, los científicos llegaron a la conclusión de que el género era nuevo y no se han encontrado registros iguales en otras partes del mundo.

Saber a ciencia cierta cómo era este animal es difícil, pero los investigadores lo describen de un tamaño aproximado a los tres metros de altura y unas 7 toneladas de peso, de una corpulencia relativamente esbelta, con brazos muy fuertes y garras muy poderosas, lo que le permitía defender de potenciales depredadores, no nadaban, ni escalaban, eran terrestres y andaban en sus 4 extremidades, pero su fuerza y gran tamaño les ayudaba a erguirse para acceder a las copas de los árboles con facilidad para alimentarse, pues eran herbívoros.

El Dr. Rincón articula lo que sería un trozo de la extremidad anterior del Sibotherium Ka

El Dr. Rincón articula lo que sería un trozo de la extremidad anterior del Sibotherium Ka

¿Cómo llegaron a Costa Rica?

Según las investigaciones, muchos de estos mamíferos suramericanos, fueron capaces de atravesar algunos cuerpos de agua superficiales y angostos, pero no hay duda que eran terrestres y su migración fue un proceso en el que intervinieron la continuidad climática y florística entre el Noroeste de América del Sur y el Istmo de Panamá, que aún no había sido completado hace 5,8 Millones de años, eso alentó a la migración, también influyeron eventos oceánicos como la caída del nivel del mar y el cierre temporal de los pasos oceánicos, fuera por procesos tectónicos de formación del Istmo, con el desplazamiento de la placa Caribe hacia el este y su acoplamiento con la Placa de América del Sur, o por el enfriamiento a nivel global que produjo una caída del nivel del mar.

Después de más de 10 años de investigaciones paleontológicas, que incluyeron la excavación del afloramiento, recolecta, preservación, restauración, catalogación, comparación anatómica, descripción y su publicación en la revista Geológica de América Central, Costa Rica coloca un eslabón más en una extensa cadena que busca descubrir cómo era el planeta y quienes lo habitaron hace millones de años atrás.

Lea el artículo científico (inglés)
Fotografías del tobillo fosilizado del Sibotherium Ka (foto para la publicación científica)

Fotografías del tobillo fosilizado del Sibotherium Ka (utilizada para la publicación científica)

Huesos fosilizados de la mandíbula (foto utilizada para la publicación científica)

Huesos fosilizados de la mandíbula (foto utilizada para la publicación científica)

AUTORA: Wendy Segura Calderón, Periodista

Departamento de Proyección Museológica
Museo Nacional de Costa Rica
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