Insectos
Riqueza de especies
Para el análisis de la diversidad de insectos en el polígono de estudio de la Gran Área Metropolitana (GAM) se obtuvieron 280.855 registros en total. De estos, 273.276 corresponden a los cinco órdenes principales de insectos (Lepidoptera, Coleoptera, Diptera, Hymenoptera y Hemiptera), mientras que 7.579 pertenecen a otros órdenes como saltamontes, cucarachas, juan palos, mantis y libélulas, entre otros.
Del análisis generado se han identificado taxonómicamente 25.616 registros a nivel de especie, para un total de 2.817 especies distribuidas en 1.815 géneros y 273 familias según los órdenes de mayor representación. Del total de registros analizados, el 65% corresponden a Diptera (moscas, mosquitos y zancudos) con 185.073 registros, el 12% a Hymenoptera (abejas, avispas y hormigas) con 33.736 registros, el 7% a Lepidoptera (mariposas y polillas) con 18.878, otro 7% a Hemiptera (chinches, chicharritas y toritos) con 19.040, y el 6% a Coleoptera (abejones o escarabajos) con 16.549 registros.
Entre las familias con mayor cantidad de registros destacan, en Lepidoptera, Tineidae con 2.799, Nymphalidae con 2.767 y Gelechiidae con 1.819; en Hymenoptera, Ichneumonidae con 4.650, Scelionidae con 3.048 y Formicidae con 2.762; en Hemiptera, Cicadellidae con 5.973, Aleyrodidae con 2.053 y Rhyparochromidae con 1.735; en Diptera, Cecidomyiidae con 69.348, Phoridae con 41.015 y Chironomidae con 14.975; y finalmente en Coleoptera, Chrysomelidae con 2.508, Scarabaeidae con 2.456 y Staphylinidae con 2.049.
Datos de la diversidad de artrópodos en la Gran Área Metropolitana.
Si se observa la cantidad de especies determinadas, en Lepidoptera la familia Nymphalidae es la más representativa con 264 especies que equivalen al 9% del total, seguida por Hesperiidae con 143 y Noctuidae con 115. En Hymenoptera, Ichneumonidae presenta la mayor riqueza con 191 especies (7%), seguida de Formicidae con 124 y Apidae con 63. En Coleoptera, la familia Scarabaeidae alcanza 151 especies que representan el 5% del total, seguida de Chrysomelidae con 107 y Cerambycidae con 65. En Hemiptera, Cicadellidae cuenta con 100 especies (4%), mientras que Pentatomidae con 47 y Coreidae con 30 presentan valores menores. Finalmente, en Diptera, la familia Phoridae reúne 53 especies (2%), mientras que Syrphidae con 51 y Culicidae con 42 mantienen cantidades ligeramente menores.
Colección histórica y registros antiguos
Los registros de insectos más antiguos de presentan desde antes de 1900, con ejemplares del orden Coleoptera para el sitio en estudio. La primera especie identificada fue Epilachna defecta, con un registro de 1889; mientras que Aponelides contractus y Rhantus binotatus, están registradas para 1893 y 1894, respectivamente. A partir de 1904 se cuenta con registros para el orden Hymenoptera, sin embargo, no presentan identificación taxonómica más allá de orden, por el estado físico en que se encuentran.
Para el orden Hemiptera los registros inician a partir de 1906 y para Lepidoptera a partir de 1969 con la especie Evenus regalis, mientras que para el orden Diptera, se dan a partir de 1970 con la especie Palpada mexicana, la cual se mantiene presente en el sitio hasta la fecha.
Del total de especies identificadas, 80 fueron recolectadas previo al año 2000, algunas con un único registro para el polígono en estudio, en otros casos con varios; siendo significativo que, para la familia Syrphidae se mantienen algunos de los reportes de especies en el tiempo, desde el año 1970.
Palpada mexicana (Syrphidae-Diptera)
Esto es importante en virtud de los factores que podrían estar afectando la presencia o ausencia de estas especies en el sitio, por ejemplo: el impacto urbano sobre áreas boscosas o de jardín; muestreos más intensos y trabajo más amplio en la identificación científica a nivel de especie, del material en proceso.
Endemismo
Para el polígono en estudio de la GAM, se determinó la presencia del al menos 281 especies endémicas para el país, es decir, solamente hay registros para Costa Rica. De éstas, 152 especies corresponden a Hymenoptera, 70 al orden Lepidoptera, 30 a Diptera, 19 a Hemiptera y las últimas 10 al orden Coleoptera.
En el caso de Hymenoptera la mayoría de las especies corresponden a las familias Ichneumonidae (115) y Braconidae (35). Mientras que Vespidae y Colletidae solamente presentan una especie cada uno.
Para Lepidoptera, se determinaron al menos 70 especies distribuidas en 18 familias, casi todas ellas denominadas “polillas”, es decir de hábitos nocturnos y que pertenecen principalmente a la familia Geometridae (13), algunas de ellas: Nemoria nympharia, Oxydia gueneei, mientras que, de la familia Erebidae se presentan 11, entre ellas: Amastus rumina, Homoeocera muertensis. Entre las mariposas diurnas, se lograron detectar 5 especies endémicas de la familia Nymphalidae, entre ellas: Eutresis dilucida y Oxeoschistus cothonides, 4 de Hesperiidae como: Dion gemmatus y Venada naranja y solamente una en Lycaenidae: Thecla echion. Es de interés mencionar que, se ubicó la subespecie de mariposa diurna Siproetata superba euoe, endémica de Costa Rica, que habita entre los 300 m y 900 metros de altura en la vertiente Pacífica, en transición a la zona tropical húmeda cerca de Atenas; los adultos de esta especie visitan las flores de Cordia, Croton y Lantana.
En Hemiptera, se encontró que la familia Cicadellidae es la que tiene registradas más especies (12), por ejemplo: Fibragallia grandigitata, Fibragallia similis, Gillonella ampulla, Gypona (Marganalana) cornua, Hecalocorica bidentata, Isogonalia adunca, Jikradia zurquiensis, Kapateira coffea, Nielsonia rostris, Nionia lucida, Osbornellus eberhardi, Osbornellus ligatus, Osbornellus sineprocessus, Pilosana bivirgata. Mientras que para Membracidae y Coreidae, se detectaron sólo 2 especies en cada una, entre ellas: Alcocerniella limonensis y Piezogaster lacrimiferous, así como Sundarion costaricensis, respectivamente. Por otra parte, para las familias Pentatomidae y Tingidae se encontró una única especie en cada una: Schraderillus hughesae y Ceratotingis costarriquense, respectivamente.
Oxydia gueneei (Geometridae-Lepidoptera)
En el orden Diptera la mayoría de las especies endémicas pertenecen a la familia Phoridae (15), entre ellas: Apocephalus adustus; Diplonevra hypermeka; Macrocerides abaristalis; Megaselia winnizona o Rhyncophoromyia nubilifurca; mientras que en Syrphidae de ubicaron 3 especies, entre ellas: Copestylum sica y Eristalis alleni. En otras familias como Culicidae (Aedes aitkeni); Tabanidae (Fidena bicolor) y Milichiidae (Milichiella inbio) sólo se ha detectado una especie endémica en cada familia. Adicionalmente, en este orden se encontraron 8 especies endémicas para la región centroamericana, tal es el caso de: Aedes heteropus (Culicidae); Drosophila fuscolineata (Dolichopodidae); Apocephalus occidentalis y Macgrathphora longifurca de la familia Phoridae; Sobarocephala panamaensis (Clusiidae); Promeranisa varipes (Stratiomyidae); Milesia nigra (Syrphidae) y Simulium panamense (Simuliidae).
En el caso del orden Coleoptera, se encontraron 10 especies, la mayoría de la familia Scarabaeidae (10) por ejemplo: Onthophagus grataehelenae, Golofa solisi y Anomala estrella, mientras que, en Cerambycidae (Antodice lezamai), Curculionidae (Thanius biennis) y Elataridae (Semiotus triplehorni), se detectó la presencia de una sola especie.
Especies de interés para la conservación
Dentro del orden Hemiptera, la especie Zammara smaragdina (Cicadidae-Hemiptera) se asocia tanto con bosques primarios como secundarios de tierras bajas húmedas, son insectos de ciclos de vida prolongados y que producen el tradicional sumbido de la “chicharra”. Mientras que Guayaquila gracilicornis (Membracidae), tiene una relación mutualista con la hormiga Camponotus lindigi (Hymenoptera: Formicidae), en la que la hormiga protege a los membrácidos y estos a su vez proveen de alimento a las hormigas.
Por otra parte, las especies Apiomerus pictipes, A. subpiceus, A. venosus y A. vexillarius (Reduviidae); son comúnmente conocidas como asesinas de abejas debido a su atracción e incluso depredación de abejas. No todas las especies se alimentan de abejas, algunas son consideradas enemigos naturales de algunas plagas agrícolas, tal es el caso de la especie Arilus gallus que contribuye con el control natural de plagas en agroecosistemas productivos y con el balance ecológico en áreas protegidas. Lo mismo sucede con Phymata fasciata, se alimenta de plagas de jardín comunes como los pulgones, moscas blancas, trips y ácaros, siendo un insecto popular en jardinería.
En Diptera se destacan otras especies como Jurinella mexicana (Tachinidae), ya que juega un papel como controladores biológicos, ya que, son parasitoides; igual sucede con las especies Condylostylus longicornis (Dolichopodidae) y Holcocephala monteverde (Asilidae) que son depredadores de especies que pueden llegar a ser plagas de cultivos como: áfidos, pulgones y otros.
Apiomerus subpiceus (Hemiptera)
En esta misma línea, algunas especies del orden Coleoptera, también son controladores bilógicos de especies que afectan cultivos, por ejemplo:
Chilocorus cacti y Cycloneda sanguinea (Coccinellidae), se alimentan de cochinillas, ácaros y pulgones. Mientras que otras, son descomponedoras de materia orgánica y contribuyen a la formación de suelos, tal es el caso de: Pelidnota glabra y Omorgus suberosus (Scarabaeidae).
En Lepidoptera e Hymenoptera, la polinización es uno de los mayores aportes, siendo la especie más conocida la Apis melífera (Apidae), por su aporte en esta tarea y por la producción de miel. Se hace hincapié en la subespecie Siproetata superba euoe (Nymphalidae), que además de ser endémica para Costa Rica, se asocia a sitios de crecimiento secundario donde son activos polinizadores, principalmente a las flores de Cordia, Croton y Lantana.
Especies de interés para la salud
En los órdenes presentes se encuentran especies de interés para el área de la salud humana, ya que son vectores de enfermedades, sin embargo, algunas lo son de enfermedades relevantes, como, por ejemplo: el “Mal de Chagas”, transmitido por la especie Meccus dimidiata (Reduviidae), entre otras.
En el orden Diptera podemos encontrar a la especie Aedes aegypti (Culicidae) que transmite el dengue, Zika, chikungunya y fiebre amarilla; mientras que, de la misma familia, las hembras del género Anopheles sp. transmiten la malaria. En otros casos, la especie Musca domestica (Muscidae) y las especies metálicas de la familia Calliphoridae, como Lucilia eximia o Hemilucilia segmentaria , por sus hábitos alimentarios, se suelen asociar a transmisión de bacterias y virus patógenos para el ser humano y los animales.
Estado del conocimiento
Para el estudio de un área en específico dentro de la Gran Área Metropolitana, se partió del análisis de 280855 datos contenidos tanto en las colecciones de artrópodos del Museo Nacional de Costa Rica, como de reportes e información en otras plataformas, tales como GBIF (por sus siglas en inglés) y bibliografía científica, que permitieron conocer que, aun cuando el estudio taxonómico en las colecciones del MNCR no se encuentra completo y todavía se debe realizar un gran esfuerzo en este sentido; se logró evidenciar la presencia de una importante cantidad de especies de insectos de los 5 órdenes de mayor representación, cuyos servicios ecosistémicos son de alto valor para los pobladores del país.
Del total especies determinadas (2817) de los registros incluidos en las colecciones de artrópodos del MNCR, se considera que hay una representación de un 14% del total de especies que se puede esperar estén presentes en el sitio de estudio, según el estimador de riqueza Chao-1. Lo que deja ver la cantidad de trabajo que queda por realizar, no sólo en la determinación científica de especies, sino en la intensidad de los muestreos y en el alcance de éstos, ya que, a pesar de los 4186 muestreos realizados en un período de más de 100 años dentro del polígono, no se abarcaron todos los sitios, ya que hubo puntos donde no se logró el acceso.
De la cantidad de material que se procesó y que aún queda por analizar, es importante mantener el estudio de las especies presentes o ausentes, en sectores donde aumentan las probabilidades de perder contenido importante en relación con las poblaciones de la fauna entomológica.
Localidades con registros de artrópodos en la Gran Área Metropolitana
En un sistema deteriorado por el avance del crecimiento urbano y la deforestación, el estudio científico de las poblaciones de insectos parece carente de sentido, sin embargo, por factores como el cambio climático, la densidad demográfica en áreas específicas, la impermeabilización de los suelos y la vida ajetreada de las personas es que la necesidad de conocimiento sobre el estado de la fauna y la flora, principalmente porque dependemos de ambos para subsistir, toma amplio sentido.