Hongos “orejas de palo” en los bosques de Costa Rica

Las orejas de palo son conocidas científicamente como hongos poliporoides, que significa muchos poros, y son muy frecuentes en zonas donde hay abundancia de madera muerta, ya sea dentro del bosque o en áreas abiertas o senderos.

Los hongos orejas de palo tienen la parte inferior del cuerpo llena de huecos u orificios. Crecen habitualmente sobre troncos y ramas caídas o árboles secos en pie.

La  coloración de estos hongos puede ser blanca, crema, parda, amarilla, verde-oliva, anaranjada, gris, morada, roja e incluso negra.  En cuanto al tamaño, algunos de ellos pueden ser grandes, como es el caso de la especie Ganoderma cf. applanatum. Se ha observado que algunos ejemplares de esta especie llegan a medir más de 30 centímetros de largo por 50 centímetros de ancho. Esta especie se une a la madera a través de una base y posee poros pequeños de color blanco a crema, que se tornan pardos o se oscurecen al ser manipulados. La parte superior de este hongo está cubierta por un polvo de color pardo, que son las esporas, que permiten la dispersión y la supervivencia de las especies.

La consistencia del cuerpo fructífero varía de cueruda a leñosa. Los poros tienen diversos tamaños y formas (redondos, angulares, irregulares, hexagonales o forma de laberinto). En ocasiones estas características, la forma y el tamaño de los poros, son utilizados por los especialistas para distinguir las diferentes especies de orejas de palo.

Estos hongos son muy llamativos no solo por sus colores, sino también porque algunos de ellos pueden llegar a alcanzar gran tamaño. Se ha observado que algunos ejemplares pueden llegar a medir más de 30 centímetros de largo por 50 centímetros de ancho.

Oreja de palo Cerrena caperata

Oreja de palo Cerrena caperata con poros en la parte inferior. Foto: Armando Ruiz-Boyer. MNCR.

Los poros que tienen los cuerpos fructíferos pueden variar básicamente en forma y tamaño, raramente cambian entre un ejemplar y otro dentro de una misma especie.

Según el componente de la pared celular del hospedero en el que se encuentran, se clasifican en orejas de palo que causan podredumbre blanca y orejas de palo que provocan podredumbre parda. Las primeras degradan especialmente celulosa y lignina, mientras que las segundas solo celulosa.

Oreja de palo Favolus tenuiculus

Oreja de palo Favolus tenuiculus con poros hexagonales en la parte inferior del cuerpo fructífero. Foto: Armando Ruiz-Boyer. MNCR.

En zonas tropicales, como es el caso de Costa Rica, se presenta un mayor número de orejas de palo que causan podredumbre blanca debido a la alta diversidad de angiospermas (plantas con flores) con las cuales se asocian, en comparación con aquellas que causan podredumbre parda que están relacionadas principalmente con coníferas (plantas que no producen flores), que se encuentran principalmente en las zonas templadas.

Oreja de palo Ganoderma cf. applanatum

Oreja de palo Ganoderma cf. applanatum. Foto: Armando Ruiz-Boyer. MNCR.

USOS DE LOS HONGOS OREJAS DE PALO

Algunas orejas de palo poseen propiedades industriales, medicinales y/o comestibles. La mayor parte de estos hongos no son comestibles o hasta la fecha no se conocen sus propiedades, por lo que no es recomendable su consumo.

Entre las especies con propiedades industriales, medicinales y/o comestibles se encuentran:

Cerrena hydniodes

Se ha utilizado en la industria textilera y en México se ha empleado para aliviar erupciones, verrugas o infecciones que se producen en la piel. Los ejemplares pueden tener pelos negruzcos y gruesos en la parte superior del cuerpo fructífero.

Oreja de palo Cerrena hydnoides

Oreja de palo Cerrena hydnoides. Foto: Armando Ruiz-Boyer. MNCR.

Pycnoporus sanguineus

Es otra especie notable utilizada por tribus indígenas por sus características medicinales, se reconoce fácilmente en el campo por su coloración rojizo-anaranjada.

Oreja de palo Pycnoporus sanguineus

Oreja de palo Pycnoporus sanguineus. Foto: Armando Ruiz-Boyer. MNCR.

Favolus tenuiculus

Es consumida por algunos pueblos indígenas. Sus cuerpos fructíferos son de consistencia carnosa y la parte superior de ellos es muy delgada lo que permite apreciar los poros desde esta superficie. Además, de vez en cuando se encuentran asociados con insectos (por ejemplo, moscas o mosquitos).

Oreja de palo Favolus tenuiculus

Oreja de palo Favolus tenuiculus. Foto: Armando Ruiz-Boyer. MNCR.

OREJAS DE PALO EN COSTA RICA

En Costa Rica, el estudio de los hongos inició, a finales del siglo XIX, con la visita de naturalistas europeos y norteamericanos. Hasta la fecha, se han comunicado alrededor de 341 especies de hongos poliporoides en el país.

El estudio de los hongos, en Costa Rica, inició, a finales del siglo XIX, con la visita de naturalistas europeos y norteamericanos cuyo principal interés fue la recolección de plantas, aunque también recolectaron hongos que eran fáciles de conservar y mantener hasta llegar a sus países de origen.

Muchas de las muestras que fueron recolectadas por ellos pertenecían al grupo de las orejas de palo, las cuales luego eran enviadas a diferentes micólogos (científicos dedicados al estudio de los hongos) para su análisis e identificación.

La mayor parte de las especies de orejas de palo documentadas en Costa Rica son cosmopolitas (es decir, también se conocen en otras partes del planeta) y se encuentran bien distribuidas en todo el país. La mayoría de las que existen en nuestro país se han recolectado desde el nivel del mar hasta los 900 metros y la menor diversidad se encuentra en alturas que van desde los  2000 a los 3000 metros.

Oreja de palo Ganoderma cf. lucidum

Oreja de palo Ganoderma cf. lucidum. Foto: Armando Ruiz-Boyer. MNCR.

Entre algunas de las especies de orejas de palo más frecuentemente recolectadas en Costa Rica están:

  • Cerrena hydnoides
  • Earliella scabrosa
  • Favolus tenuiculus
  • Fomes fasciatus
  • Ganoderma cf. applanatum
  • Ganoderma cf. lucidum
  • Phellinus gilvus
  • Pycnoporus sanguineus
  • Rigidoporus microporus
  • Trametes elegans
  • Trametes villosa

Todas las cuales son comunes en zonas tropicales y subtropicales alrededor del mundo. En Costa Rica, pueden observarse durante casi todo el año a menudo en zonas bajas y medias, principalmente en los meses más lluviosos.

A pesar de que todavía se presentan áreas donde se requiere de un mayor esfuerzo de recolecta (por ejemplo, el Caribe Norte), se estima que en el país se conoce aproximadamente el 90% de los hongos poliporoides que pueden existir en Costa Rica.

Ejemplares de la colección del Museo Nacional de Costa Rica

Una oreja de palo sobresaliente, depositada en el Herbario Nacional de Costa Rica, es Picipes virgatus observada en el Parque Nacional Cahuita, sector Puerto Vargas, en la provincia de Limón.

La especie Picipes virgatus fue documentada por primera vez para Costa Rica en el año de 1915 por el micólogo estadounidense William Alphonse Murrill (1869-1957) en su publicación “Tropical polypores” bajo el nombre de Polyporus virgatus. Casi 100 años después se volvió a recolectar en el Parque Nacional Cahuita, sector Puerto Vargas, en la provincia de Limón, el 24 de agosto del año 2011.

Oreja de palo Picipes virgatus

Oreja de palo Picipes virgatus. Foto: Armando Ruiz-Boyer. MNCR.

En el Herbario Nacional de Costa Rica hay 8 549 registros de hongos poliporoides, de muchas de las especies citadas anteriormente. También, en el herbario se encuentra evidencia de 34 nuevas especies para la ciencia que han sido encontradas en nuestro país. Un ejemplo de estas es la especie Trametes cystidiata, la cual fue recolectada a 700 metros sobre el nivel del mar en la Estación Biológica Pitilla, en Guanacaste, en el año 1997. El Herbario Nacional, al igual que la Universidad de Costa Rica, recolecta e investiga este tipo de hongos en diversas partes de Costa Rica.

Ejemplar tipo de Trametes cystidiata

Ejemplar tipo de Trametes cystidiata. Foto: Armando Ruiz-Boyer. MNCR.

Referencias

  • Carranza, J. & Ruiz-Boyer, A. (2005). Checklist of polypores of Costa Rica. Revista Mexicana de Micología, 20, 45-52.
  • Decock, C. & Ryvarden, L. (2013). Neotropical Perenniporia: a new species, Perenniporia subovoidea, from Costa Rica, new records of little known species, and a key to the species with a resupinate basidiome. Plant Ecology and Evolution, 146 (2), 234-239.
  • Mata, M., Ruiz-Boyer, A., Carranza, J. & Ryvarden, L. (2007). Nuevos registros de hongos poliporoides (Basidiomycetes) para Costa Rica. Boletín de la Sociedad Micológica de Madrid, 31, 123-129.
  • Mata, M. & Ryvarden, L. (2010). More new and interesting species from Costa Rica. Studies in neotropical polypores 27. Synopsis Fungorum 27. Fungiflora, Oslo.
  • Murrill, W. A. (1915). Tropical polypores. Estados Unidos: New York. 113 p.
  • Ruiz-Boyer, A. (2006). Los hongos poliporoides (Basidiomycetes) del Área de Conservación Pacífico Central (ACOPAC), Costa Rica. Brenesia, 65, 19-41.
  • Ruiz-Boyer, A. (2012). Los hongos poliporoides (Basidiomycetes) de El Rodeo, Costa Rica. Brenesia, 77, 165-180.

AUTOR: Armando Ruiz Boyer, Biólogo

Departamento de Historia Natural
Museo Nacional de Costa Rica
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