Historia Profunda de Costa Rica
La historia de Costa Rica no da inicio con la llegada de los españoles, sino mucho tiempo atrás.
La evidencia recuperada hasta el momento indica que el territorio costarricense fue ocupado por los primeros grupos humanos alrededor de 12,000 años antes del presente. Desde esa época hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI, se dio un largo proceso de desarrollo en las diferentes regiones arqueológicas de Costa Rica.
Regiones Arqueológicas
En el territorio que ocupa Costa Rica han sido establecidas tres regiones arqueológicas con base en criterios geográficos (cadenas montañosas, ríos, valles y otros.) y culturales (asentamientos, entierros, cerámica y otros).
Dentro de cada región se da una semejanza formal en los vestigios materiales correspondientes a distintos períodos de ocupación.
Con el fin de distinguir los diversos grupos del pasado y comprender los cambios que se manifestaron a nivel económico, social, artístico y político, durante los miles de años de ocupación, los arqueólogos establecen distintas divisiones temporales y espaciales. Sin embargo, éstas no deben verse en forma categórica o definitiva, ya que muchos cambios fueron graduales y las fronteras variaron en el tiempo.
En este trabajo, los períodos y fases se agrupan en grandes etapas de desarrollo o modos de vida que se distinguen entre sí por cambios en la base de subsistencia o en la organización social de los grupos que habitaron en las distintas regiones.
Aunque se centra la atención en el desarrollo alcanzado dentro de los límites de la actual Costa Rica, se debe tener presente que el ámbito regional precolombino contó con distintas fronteras que se extendieron a los países: Panamá y Nicaragua. El territorio de estos tres países se conoce, en términos arqueológicos, como el Sur de América Central.
Esta zona compartió una serie de características culturales y de desarrollo durante la época precolombina con el norte de Sudamérica; se conforma así la división arqueológica conocida como Área Istmo Colombiana. Esta área no fue un mero depositario de los desarrollos alcanzados en Mesoamérica y los Andes, sino que tuvo un proceso propio y fue un centro temprano de innovaciones tecnológicas y artísticas.
Las tres regiones arqueológicas de Costa Rica son:
Modos de vida precolombinos en Costa Rica
Modo de vida designa los aspectos económicos, sociopolíticos y religiosos de una sociedad en una determinada etapa de su evolución histórica.
En la etapa precolombina se distinguen varios modos de vida y su duración pudo ser de varios siglos y hasta de milenios.
La distinción entre los modos de vida se debe principalmente a cambios en la base económica, que significaron cambios en la organización sociopolítica y visión del mundo de la sociedad. Estos cambios se manifestaron en los diferentes materiales arqueológicos (utensilios, herramientas, viviendas y otros), que sobrevivieron a la acción del tiempo, de agentes naturales y las personas.
Modo de vida de los cazadores-recolectores (11.000-2.000 a.C.)
a. Los primeros pobladores (11.000 – 7.000 a.C.)
Estos grupos eran nómadas, y estaban organizados en pequeñas bandas, que se desplazaron a lo largo del continente, buscando sitios propicios para la caza y recolección de frutos silvestres. En su desplazamiento arribaron al territorio que hoy ocupa Costa Rica alrededor de 11.000 antes de Cristo, de acuerdo con la información registrada hasta el presente.
Estos grupos no conocían la agricultura, su dieta se basaba principalmente en la recolección de plantas silvestres y en la caza ocasional de grandes animales o megafauna extinta, tales como el mastodonte, megaterio o perezoso gigante y el gliptodonte o armadillo gigante, pero también de las especies que aún existen. Los cazadores-recolectores vivían en campamentos a campo abierto o en abrigos rocosos naturales, los cuales ocupaban de manera estacional. Se ha localizado evidencia arqueológica de estas ocupaciones, correspondiente a instrumentos de piedra, en el Valle de Turrialba y en Guanacaste. Las herramientas de piedra características de esta época están constituidas entre otras, por raspadores, cuchillos, perforadores, raederas y en especial la punta de proyectil acanalada, la cual era un arma de piedra muy eficiente en la caza mayor.
b. De la caza-recolección a los primeros cultivos (7.000-2.000 a.C.)
Los cambios climáticos ocurridos alrededor de 7.000 años a.C. se cree provocaron la desaparición de la megafauna. De esta manera la caza se concentró en las especies de menor tamaño. Las herramientas de piedra utilizadas estaban dedicadas al trabajo en madera, hueso, piedra y procesamiento de alimentos. Se considera que las prácticas de recolección fueron fundamentales, pero también inician prácticas de horticultura originadas en el conocimiento generado a partir de la recolección de plantas silvestres. Estas incluían ya al maíz, tubérculos y árboles frutales, como el aguacate, el nance y el guapinol, entre otros. Es posible que los grupos realizaran rondas estacionales en determinadas zonas dependiendo de la época de maduración de los frutos, ocupando abrigos rocosos o campamentos a cielo abierto.
Modo de Vida Aldeano Igualitario (2.000 a.C.-500/300 a.C.)
Se tienen datos en el país de la consolidación de la agricultura alrededor de 2.000 años antes de Cristo. La agricultura propició el establecimiento de aldeas permanentes, el desarrollo de la cerámica y la complejización social, entre otros aspectos.
Existe evidencia para el primero y segundo milenio antes de Cristo de comunidades agrícolas sedentarias, pequeñas y dispersas, que contaban con artefactos cerámicos sencillos y herramientas de piedra, dirigidas a labores agrícolas y procesamiento de alimentos.
En el modo de vida aldeano igualitario se postula una organización sociopolítica del tipo tribal, con relaciones igualitarias entre los individuos y la propiedad colectiva de los bienes.
El desarrollo o adopción de la cerámica vendría a llenar la necesidad de nuevos utensilios. La cerámica temprana se caracteriza por sus formas básicas (ollas, platones, tazones y otras) decoradas con técnicas como incisos, estampados o modelados.
La evidencia de platones de arcilla o budares en sitios del Caribe, Diquís y Pacífico Central, así como pequeñas piedras puntiagudas para ralladores de tubérculos, indican prácticas agrícolas vegecultoras.
La vegecultura es el cultivo de tubérculos y raíces como la yuca, el ñame y otros. En este sistema agrícola también se incluye el aprovechamiento de ciertos árboles como el pejibaye, y la práctica de la caza y la pesca.
Asimismo, en Guanacaste y el Pacífico Central, se da la presencia de restos de maíz, así como de manos y metates usados para procesarlo, señala el cultivo de semillas, que también habrán incluido, frijoles y ayotes, entre otros. El cultivo de semillas no descarta el uso de tubérculos y árboles frutales, como alternativas complementarias.
Este tipo de agricultura es de mayor rendimiento, pero más requerimientos de cultivo, y propició el desarrollo de una sociedad más compleja, ya que permite generar un mayor excedente de alimentos, concentración del poder en pocos individuos, control territorial y desarrollo de mejores técnicas de producción.
Modo de vida Aldeano Cacical (500 a.C.-1.550 d.C.)
a. Transición de la sociedad tribal a la sociedad cacical (500/300 a.C.-300 d.C.)
El cacicazgo se caracteriza por una mayor diferenciación y estratificación entre los productores de alimentos (agricultura, caza, pesca, recolección), los artesanos especializados y los dirigentes religiosos y políticos. Por otra parte, los individuos que ocupan el poder necesitan de símbolos materiales para mostrar su posición predominante en la jerarquía social. Por dicha razón empiezan a usar mayores indicadores de posición social tales como colgantes de jade u otras piedras verdes, metates ceremoniales y remates de piedra para bastones, entre otros.
Estos elementos se encuentran frecuentemente como ofrendas mortuorias. Hacia 300 a.C. predomina un sistema mixto de semillas y tubérculos que continuó hasta la Conquista. Se dio además un desarrollo de los instrumentos y técnicas de cultivo para atender los requerimientos de la agricultura, que genera más excedentes y propicia un crecimiento de la población.
En las diferentes regiones, las poblaciones habitaban en aldeas pequeñas y medianas. Algunas de las aldeas crecieron en tamaño e importancia con un consecuente desarrollo del poder económico, político y religioso. Estas aldeas principales presentan construcciones tales como basamentos, montículos, calzadas, hornos, y estatuaria.
La cerámica en las diferentes regiones durante este período comparte, en términos generales, la decoración con dos colores (bicromía en zonas) y adornos con formas de animales (zoomorfos).
b. Inicio de los Cacicazgos complejos (300-800 d.C.)
Los requerimientos de la producción agrícola y la mayor complejidad social que genera, conllevan a nuevas formas de control sociopolítico. Los cacicazgos al inicio fueron pequeños y dispersos dominados por un jefe o cacique, pero luego dieron paso a verdaderas confederaciones de cacicazgos. Al existir centros de poder, se da una jerarquización de asentamientos con aldeas principales y poblados secundarios tributarios.
Las relaciones de subordinación entre aldeas pudieron permitir la aparición de un cacique principal en la aldea dominante y de caciques secundarios en las aldeas subordinadas. La propiedad sobre la tierra se acentúa con la formación de divisiones territoriales. El cacique por su autoridad tuvo acceso privilegiado a los bienes más apreciados.
A partir de 300 d.C. se inicia una complejización de los asentamientos, concentrándose la población en aldeas grandes. Estas aldeas con diferentes obras de infraestructura, tales como basamentos, calzadas, montículos funerarios, indican la capacidad de los dirigentes políticos y religiosos para movilizar la población a fin de realizar dichas obras. Durante este período se da la aparición de la policromía (varios colores) en la cerámica de la Región Gran Nicoya, así como una mayor explotación de los recursos costeros en la costa Pacífica.
c. Cacicazgos Tardíos (800 – 1,550 d.C.)
Después de 800 d.C. y hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI, se encuentran aldeas grandes y de complejo diseño interno que dominaban territorios extensos que competían entre sí. La presencia de numerosos cementerios simples y complejos, obras de infraestructura masiva en aldeas principales (montículos, acueductos, plazas. calzadas, muros de contención), la diversidad de bienes domésticos y suntuarios, la introducción de la orfebrería, el intercambio regional y los conflictos entre cacicazgos son elementos característicos de esta época.
Asimismo, se dio una agricultura más compleja y la explotación de diversos ecosistemas, que permitieron tener acceso a un rango mayor de bienes. A partir de allí se pudo dar un incremento en la población, una mayor jerarquización social y relaciones de subordinación más fuertes entre los diferentes territorios cacicales. La experiencia acumulada en los períodos anteriores y los contactos con otras áreas facilitaron este cambio en la sociedad precolombina costarricense.
En esta etapa, el cacique o jefe pudo tener un mayor control sobre la tierra y las herramientas, y pudo movilizar la población para obras de mayor envergadura, apelando a recursos mágico-religiosos, campo en el cual el chamán (dirigente religioso) cumple una función primordial. También aumentaron los símbolos de rango para los individuos dominantes, tales como su vivienda, artículos personales, así como el lugar, forma y ofrendas para el enterramiento.
La organización territorial llevaría al establecimiento de relaciones de intercambio de productos tales como alimentos, herramientas especializadas, y bienes suntuarios. Se dieron alianzas políticas entre cacicazgos, pero también competencia por recursos, que eventualmente conducían a la guerra.