ESPACIOS PÚBLICOS EN COSTA RICA CON ESFERAS DE PIEDRA
Las esferas de piedra hechas por las poblaciones antiguas del sur de Costa Rica resaltan nuestro patrimonio arqueológico: único para el país y la humanidad.
A lo largo de los años, se ha dado la tenencia ilegal de bienes de dominio público como los objetos arqueológicos, principalmente aquellos elaborados en cerámica, oro, jade o piedra. El Estado a través del Museo Nacional de Costa Rica realiza gestiones para recuperar, proteger y conservar las esferas de piedra ubicadas en espacios públicos.
En la década de 1940, se dio la explotación bananera por la United Fruit Company en Osa. En ese momento, se reportaron los primeros hallazgos de esferas y los movimientos ilícitos de estos objetos de su lugar original.
El interés por “exhibir” esferas en las casas de habitación, provocó la movilización ilícita de esferas a Pérez Zeledón, Buenos Aires, Osa y Golfito (de donde son originarias). También se trasladaron a San José, Alajuela, Heredia, Cartago y Guanacaste e, inclusive, fuera de nuestras fronteras, con destinos como los Estados Unidos.
El patrimonio arqueológico de gran formato (como las esferas) debe permanecer en los monumentos. La destrucción y el saqueo de estos espacios no permite conocer la ubicación original de su patrimonio y genera pérdida irreparable de información.
Los traslados ilícitos de las esferas en el siglo XX se realizaban de forma impune y pocas veces se detuvieron.
PROCESO DE “RECUPERACIÓN”
La legislación faculta al Museo Nacional para custodiar, investigar, proteger y conservar el patrimonio nacional arqueológico. También de recibir y tramitar las denuncias sobre infracciones en la destrucción de monumentos, y la tenencia ilegal de objetos arqueológicos.
El Museo Nacional de Costa Rica realiza tres procedimientos para recuperar bienes arqueológicos que están en manos de particulares de manera ilícita: entregas voluntarias, decomisos y repatriaciones.
Para la recuperación del patrimonio arqueológico mediante entregas voluntarias, la persona que podría tener bienes arqueológicos se contacta con el Departamento de Protección del Patrimonio Cultural mediante llamada (2211-5850) o al correo electrónico: [email protected]. Este proceder no tiene consecuencia legal y permite coordinar una inspección para valorar la autenticidad de los objetos. Si los objetos correspondieran a bienes precolombinos, se solicita a la persona su entrega.
Otra forma de recuperar objetos arqueológicos es mediante decomisos hechos por Organismos Judiciales o Policiales, donde los objetos son llevados a un depósito del Museo Nacional.
El tercer procedimiento se da cuando un bien arqueológico salió de manera ilícita del país y es recuperado por autoridades extranjeras. En Costa Rica se inician los trámites a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto para su regreso al país.
El Museo Nacional ha recuperado más de 150 esferas de piedra que estaban en manos privadas, 80 % mediante entregas y, el resto, por decomisos y repatriaciones.
Las primeras esferas recuperadas se exhibieron en la Sede Central del Museo Nacional. Desde hace más de una década se dispone de la Sede José Fabio Góngora para el resguardo de este patrimonio. Cuando las esferas son recuperadas en el sur del país, el resguardo se hace en la Sede Museo Sitio Finca 6, localizada en Osa.
La extracción y traslado del patrimonio arqueológico de gran formato situado en propiedades privadas es un proceso complejo para el Museo: se requiere utilizar equipo especializado como grúas que soporten el peso de una esfera.
TRABAJOS DE PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN
Se contabilizan más de 400 esferas de piedra halladas en Costa Rica; incluye las registradas en los monumentos arqueológicos, las recuperadas de manos privadas, y las que faltan por recuperar porque se encuentran en procesos administrativos y judiciales.
En la década de 1940 se dieron los hallazgos de esferas de piedra, pero hasta inicios de 1990, con el proyecto del Museo Nacional denominado Hombre y Ambiente en el Delta del Diquís, y de la arqueóloga Ifigenia Quintanilla (1992), se inició con la ubicación y cuantificación de las esferas que estaban en los monumentos arqueológicos y las que fueron removidas de estos lugares y colocadas en espacios públicos y propiedades privadas.
En la década de los años 2000, se efectuó un inventario de las esferas situadas en espacios públicos de la zona sur del país. Desde el 2018 se actualiza una base de datos digital con información de estas esculturas.
Cuando una esfera de piedra es “recuperada” por el Estado, se inicia el registro y documentación para disponer de información; por ejemplo, sobre los tamaños y los deterioros en las superficies de las esferas.
También se definen las estrategias de conservación para cada esfera, porque periódicamente se realizan limpiezas para retirar musgos, hongos y líquenes de sus superficies.
CONSERVACIÓN Y COMUNIDAD
Las comunidades demuestran el interés de “recuperar”, proteger y conservar su patrimonio arqueológico. Por tal razón, el Museo Nacional realiza gestiones para su puesta en valor en las comunidades, mediante préstamos de esferas y la formalización de convenios temporales.
La organización interesada debe de compartir la misión del Museo Nacional. Se coordina una inspección al lugar donde sería colocado este patrimonio; esto, para asegurar un lugar adecuado para exhibir la esfera. Se recomienda realizar acondicionamientos, como elaborar una base de pedestal que evite el contacto entre el objeto y el suelo o la colocación de una techumbre.
Las esferas de piedra que provienen de manos privadas no se pueden devolver al lugar donde se encontraron, porque no se dispone de esa información tan específica. Caso contrario, ocurre cuando las esferas se encuentran en su lugar original en los monumentos arqueológicos.
El Museo Nacional efectúa préstamos temporales de esferas a organizaciones de diferentes comunidades, siempre y cuando, compartan la visión del Museo Nacional en cuanto a educar, proteger, investigar, divulgar o exhibir este patrimonio. Por tal razón, se realizan préstamos con comunidades de la zona sur, territorio de esferas desde hace más de 2000 años, así como en espacios públicos situados en el Valle Central.
En el proceso de formalización del préstamo, los restauradores del Museo Nacional efectúan la preparación de la esfera que se movilizará. Se retiran los microrganismos adheridos y las intervenciones hechas por los coleccionistas porque no respetaron la autenticidad y la compatibilidad de los materiales en que se elaboraron las esferas, debido a que, en ocasiones, se aplica cemento y se colocan adhesivos, pines metálicos.
Cuando el préstamo es aprobado, se procede con el traslado de la esfera. Periódicamente se hace un monitoreo para velar por su estado de conservación.
El Museo Nacional ha hecho préstamos con municipalidades, centros educativos, asociaciones de desarrollo, y otras entidades como Asamblea Legislativa, Poder Judicial, Instituto Costarricense de Turismo, Instituto Tecnológico de Costa Rica.
A la fecha se ha formalizado el préstamo temporal con más de 25 organizaciones y más de 70 esferas, que se han exhibido bajo la modalidad de préstamos temporales en espacios públicos, como parques, escuelas, colegios, iglesias y en otras instituciones.
PUESTA EN VALOR
La puesta en valor del patrimonio arqueológico es fundamental para su gestión. Las acciones que realiza el Museo Nacional de Costa Rica en la investigación, protección y conservación permiten educar, divulgar y exhibir estas esculturas de piedra de gran formato que, en algunas ocasiones, han sido extraídos y despojados de su contexto natural y cultural.
Los préstamos de esferas mediante convenios temporales permiten dar a conocer este patrimonio arqueológico único en el país, así como facilitar el acceso y el disfrute de las diferentes generaciones. Esta medida fomenta la participación de las comunidades y el fortalecimiento de alianzas locales para el cuido de su patrimonio.
Las personas pueden colaborar cuando protege el patrimonio, denuncia saqueos en monumentos arqueológicos o la venta de objetos precolombinos.