PEQUEÑOS Y DESTELLANTES AMIGOS DE LAS FLORES

Los colibríes son aves exclusivas del continente americano. En Costa Rica es común escuchar a las personas referirse a este grupo de aves como gorriones o gurriones.

Entre los colibríes encontramos a las especies más pequeñas del país, a las aves capaces de reflejar hermosos destellos de luz convertidos en color y a los más ágiles voladores que, además, son grandes amigos de las flores y del bosque.

Pequeños, pero muy diversos

Los colibríes representan la segunda familia de aves más diversa de Costa Rica: hay 53 especies registradas. Esta cantidad de especies solo es superada por la familia de los mosqueros (por ejemplo, el pecho amarillo). Todas las especies son residentes (habitan y se reproducen en Costa Rica), excepto una que es migratoria: el garganta de rubí, Archilochus colubris, que viaja desde Canadá y permanece en nuestro territorio entre octubre-abril.

Ermitaño bronceado

Ermitaño bronceado (Glaucis aenea). Fotografía: MNCR, G. Alvarado.

La diversidad de especies de colibríes en un sitio se relaciona con la variedad de plantas utilizadas por ellos para su alimentación.

A los colibríes los encontramos desde tierras bajas hasta las altas montañas de Costa Rica; desde el norte de nuestro país hasta la frontera con Panamá. Los hay de pico recto y de pico curvo: ello está asociado con el tipo de alimentación.

Colibrí cabeciazul

Colibrí cabeciazul (Klais guimeti). Fotografía: A. Rojas.

En las colecciones del Museo Nacional de Costa Rica se tiene una representación de 90.5 % de las especies de colibríes del país (43 de 53 especies). La piel más antigua que custodia el Museo Nacional data del año 1900 y es un colibrí de los de mayor tamaño (13 cm), de tierras altas, se le llama colibrí de Talamanca, Eugenes spectabilis.

Colibrí pico de hoz

Colibrí pico de hoz (Eutoxeres aquila). Muestra de colibríes de la colección de ornitología del Museo Nacional de Costa Rica. Fotografía: MNCR, G. Alvarado.

Colibrí de Talamanca

Colibrí de Talamanca (Eugenes spectabilis). Especie de colibrí del cual el Museo Nacional custodia la piel más antigua de este grupo. Fotografía: MNCR, G. Alvarado.

LAS CRIATURAS MÁS PEQUEÑAS DE COSTA RICA

Entre estas aves, se encuentran las dos especies más pequeñas de nuestro país, que miden de 6.5 a 7.5 cm de longitud. Por su tamaño y forma de moverse al volar, estas aves algunas veces simulan un abejorro. Estas especies se les conoce en Costa Rica como chispitas: una de ellas es la chispita (Selasphorus scintilla) y la otra, la chispita volcanera (Selasphorus flammula). Estos colibríes habitan en tierras medias a altas de Costa Rica, sobre todo la chispita volcanera.

Chispita gorginaranja

Chispita gorginaranja (Selasphorus scintilla). Fotografía: I. Campos.

Los colibríes pertenecen a la familia de aves conocida como Trochilidae, que se deriva del griego (Trokilos) y significa “aves pequeñas”.

Chispita volcanera

Chispita volcanera (Selasphorus flammula). Fotografía: MNCR, S. Bolaños.

JOYAS DE COSTA RICA: ESPECIES ÚNICAS

Aunque en América del Sur encontramos más especies de colibríes que en nuestro país, podemos encontrar acá, dos especies que son únicas en el mundo; a estas especies únicas les llamamos endémicas. Estos colibríes exclusivos son el colibrí de manglar o Amazilia boucardi y el colibrí llamado esmeralda de coronilla cobriza Microchera cupreiceps.

Esmeralda de coronilla cobriza

Esmeralda de coronilla cobriza (Microchera cupreiceps). Fotografía: A. Rojas.

Las especies endémicas son grandes tesoros, pues si se pierden no se pueden recuperar. Su historia natural, ecología, genética y origen son únicos: así de particular debe ser su conservación.

El colibrí de manglar lo encontramos con más abundancia en las cercanías de la península de Osa; aunque, con el tiempo, ha aumentado su presencia inclusive a la de Nicoya, pero siempre cerca de los manglares y la costa. Gusta mucho de alimentarse del néctar del mangle piñuela Pelliciera rhizophorae. Por lo contrario, a la de coronilla cobriza la encontramos en tierras más altas como la cordillera de Guanacaste y Tilarán, entre 1200 y 1500 metros, en tierras medias y la vertiente Caribe entre 600 y 1500 metros. Esta última especie se alimenta en flores de árboles altos o de estratos medios en el bosque, como también de flores de epífitas.

Colibrí de manglar, hembra

Colibrí de manglar, hembra (Amazilia boucardi). Fotografía: MNCR, G. Alvarado.

FIELES AMIGOS DE LAS FLORES

TAN AMIGOS QUE MUCHOS HAN EVOLUCIONADO EN FORMA CONJUNTA

Al alimentarse del néctar de las flores, los colibríes impregnan de polen sus picos o cabezas. Así, en sus visitas continuas de flor a flor, lo van transfiriendo y, así, contribuyendo a la polinización de las plantas que van visitando.

Aunque a los colibríes les gusta comer insectos y pequeñas arañas, el néctar es su alimento preferido. Por su instinto de buscar y defender el alimento, los colibríes se han agrupado en dos grandes grupos:

  1. Los de pico recto y muy territorialistas.
  2. Los de pico curvo y ermitaños.

Los primeros defienden a muerte de otros colibríes semejantes los parches de plantas floreadas, mientras que, los ermitaños vagan por el bosque buscando plantas de su apetencia en floración, sin entrar en combates por los recursos alimenticios.

Colibrí Montañés gorgiblanco

Colibrí montañés gorgiblanco (Lampornis castaneoventris). Fotografía: MNCR, G. Alvarado.

La relación entre ellos y las plantas es tan intensa que han evolucionado de manera conjunta: han adaptado la forma de sus picos a la forma de las corolas de las flores de las que se alimentan. Por parte de las plantas hubo una evolución y adaptaciones para tener formas y tamaños de corolas ajustadas a los picos de los colibríes; por ejemplo, las formas tubulares. Asimismo, las plantas también han desarrollado flores de colores que, en su mayoría, les atrae como rojo, naranja, rosado.

Ambos se benefician, pues las aves adquieren el néctar y las plantas logran que el polen se disperse y ellas sean polinizadas.

Pico de hoz

Pico de hoz (Eutoxeres aquila). Fotografía: J.C. Vindas.

Algunas plantas de interés particular para los colibríes son: heliconias, plantas de banano, pasifloras, platanillas, caña agria, bromelias, árboles de guaba, poros, mangles, rabo de zorro, robles de sabana, almendro amarillo, zorrillo real, carboncillo, moras (Cirsium), cardo, árboles de ceibo.

REPRODUCCIÓN: MACHOS ATRACTIVOS, HEMBRAS VALIENTES

Los colibríes son polígamos, un macho se puede aparear con varias hembras durante un periodo reproductivo. Generalmente, los machos son más atractivos que las hembras. Estos realizan vocalizaciones para atraerlas, ostentan sus coloraciones iridiscentes y realizan despliegues aéreos con los que se manifiestan a ellas. En la mayoría de los casos una vez que el macho copula a la hembra, este se marcha. Solo en pocos casos el macho ayuda en el nido. Casi siempre, la hembra es quien construye el nido, pone dos huevos, los incuba, da de comer a los pichoncitos y los protege.

Algunas especies suelen realizar “leks” o asambleas de cortejo; en ellas, los machos despliegan sus cualidades a la(s) hembras(s) y ellas bajo el criterio de los despliegues escogen quién será el padre de sus crías.

Colibrí montañés gorgimorado-hembra

Colibrí montañés gorgimorado-hembra (Lampornis calolaemus). Fotografía: MNCR, G. Alvarado.

Colibrí montañés gorgimorado-macho

Colibrí montañés gorgimorado-macho (Lampornis calolaemus). Fotografía: MNCR, G. Alvarado.

Colibrí colirufo anidando

Colibrí colirufo anidando (Amazilia tzacatl). Fotografía: MNCR, G. Alvarado.

Nido y huevos del colibrí Colirufo

Nido y huevos del colibrí colirufo (Amazilia tzacatl). Fotografía: G. Alvarado.

COLORACIÓN IRIDISCENTE

Colibrí garganta de fuego

Colibrí garganta de fuego (Panterpe insignis). Fotografía: MNCR, G. Alvarado.

Los colores del plumaje de los colibríes obedecen a un fenómeno de reflexión de la luz llamado iridiscencia: este es producido por estructuras microscópicas ubicadas dentro de las plumas. De acuerdo con el ángulo con el que la luz ilumine estas micropartículas, así es la coloración observada, que varía entre verdes, rojos, amarillos y azules iridiscentes.

El cuerpo de estas aves presenta diferentes tonalidades de color en distintas partes del cuerpo, acentuadas, en la cabeza, la garganta y el pecho. En la espalda de los colibríes también existe iridiscencia; sin embargo, estas plumas reflejan la luz en mayor número de direcciones, por ello no son tan atractivas.

Referencias

  • ABO_Colibríes de Cundinamarca. 2018. [online] www.google.com/search?client=firefox-b-d&q=colibríes+de+cundinamarca. Consultado 3 de mayo 2021.
  • Fleming, T., N. Muchhala y J.F. Ornelas. 2005. New World Nectar-Feeding Vertebrates: Communit Patterns and Processes, Cap. 15: 163-186. En: Sánchez_Cordero V. y R.A. Medellín (Eds). Contribuciones mastozoológicas en homenaje a Bernardo Villa. Instituto de Biología, UNAM; Instituto de Ecología, UNAM; CONABIO, México, 706 p.
  • Stiles, F. G. y A. F. Skutch. 1989. A guide to the Birds of Costa Rica. Ilust. D. Gardner.  Ithaca, New York, U.S.A.