A lo largo de la historia, el tratamiento que se le ha dado a la información arqueológica dentro de los programas y textos de Estudios Sociales en la Educación General Básica en Costa Rica se ha caracterizado por descripciones simplistas, malas interpretaciones y la negación e invisibilización del pasado prehispánico.
A partir de un acercamiento desde varias disciplinas (Arqueología, Antropología e Historia), se planteó una investigación acerca del tratamiento que ha tenido la información arqueológica dentro del contexto educativo costarricense, específicamente en las políticas educativas, los programas y textos de Estudios Sociales de la Educación General Básica, entre 1970-2001.
Con ello se buscó conocer el enfoque que se le ha dado al conocimiento arqueológico en las aulas de nuestras escuelas, con el fin de identificar posibles cambios dados dentro del enfoque pedagógico respecto al tema del pasado prehispánico y cómo ello se refleja en su apropiación por parte de la población en general.
Las reformas educativas aplicadas en los contenidos del currículo responden a las necesidades del sistema educativo y pueden mantenerse o cambiar dependiendo de los intereses políticos del gobierno de turno.
Dentro del periodo de interés, destacan tres momentos de reforma:
- El primero en 1979.
- El segundo en 1995, con la implementación de una Política Educativa Nacional con cambios importantes en el tema tratado.
- El tercero en 2001, cuando se conforma una comisión de especialistas para definir un solo paquete programático para primaria.
Mediante la técnica del análisis de contenido, en el 2012 la autora de este artículo realizó un estudio bajo una perspectiva comparativa, utilizando la siguiente metodología:
- En el caso de los programas (de los tres momentos mencionados) se seleccionaron ciertas palabras (sustantivos, adjetivos y verbos) para analizar la composición de los textos a partir de su frecuencia de aparición, orden y contexto.
- Con los libros de texto se realizó un análisis descriptivo- interpretativo a partir de categorías de los contenidos y de las imágenes mostradas. En este caso se utilizó una muestra de dos ejemplares para cada uno de los programas, elaborados por distintas editoriales.
CAMBIOS EN LOS PROGRAMAS Y TEXTOS DE ESTUDIO
El análisis de los programas y libros de texto indica que hay un cambio en los contenidos, la forma de exposición de los datos, la profundidad de los aspectos desarrollados y un mayor esfuerzo por despertar una valoración positiva del pasado prehispánico.
La educación tradicionalmente ha estado sujeta a la realidad en la cual está inmersa. Al inicio del periodo en estudio los contenidos sobre el pasado prehispánico reforzaron el discurso oficial de olvido, negación y superación, cuyo resultado fue la desvinculación de éste con la identidad nacional. Esta última estaba orientada a crear un sentido de diferenciación y de pertenencia particular para el costarricense.
Este pasado fue creado y trasmitido de arriba hacia abajo, es decir de las élites a las masas, mediante imágenes, figuras y símbolos populares, ubicados dentro de un discurso oficial que oculta el componente indígena y afrocaribeño, creando un ideal de nación unificada y representada en el Valle Central. La habilidad para negar la diferencia hace que lo indígena haya sido señalado como ajeno a la nación, fundamentado en su supuesta escasez y desaparición.
Situación en 1979
Sistema educativo refuerza discurso oficial. La diferencia es vista como algo negativo.
La información mostrada en las fuentes se basa en los relatos de cronistas españoles. Durante sus viajes, realizaban escritos donde describieron cómo era la forma de vida de los grupos humanos que encontraron. Con ello, lo que se buscó fue mostrar lo prehispánico como algo lejano y que fue conocido gracias a los españoles que trajeron la civilización.
El sistema educativo reforzó este discurso oficial de inferioridad de la diferencia. A partir de elementos difusionistas se presenta lo indígena como un actor pasivo, receptor, incapaz de alcanzar los ideales de progreso. De ahí la distancia del pasado con el presente, cuya base descansa en la descendencia española.
Las metodologías educativas utilizan la descripción para exponer los contenidos, limitando lo aprendido al uso de la memorización. El objetivo era estimular al estudiante para que, con base de los distintos elementos adquiridos, desarrollara un ejercicio de comparación entre el pasado y el presente, con el objetivo de señalar la diferencia como un aspecto negativo.
Situación en 1995
Nuevas interpretaciones del pasado prehispánico, dirigidas a la comprensión y respeto de la diferencia.
Se da un cambio de la interpretación del pasado con base en la continuidad histórica de ocupación de los grupos locales que existieron en ese momento, su desarrollo y relación a nivel territorial, lingüístico y genético. Cambia la concepción de lo indígena como parte de la historia nacional. Hay un mayor interés hacia lo cultural.
Se dan nuevas interpretaciones del pasado a partir de la memoria histórica y un mayor aprovechamiento a los aportes desde la Arqueología, los cuales contribuyen a cambiar el tratamiento de lo prehispánico. La evidencia arqueológica dejada por estos grupos, se utiliza para la comprensión de los periodos históricos.
A nivel educativo se propone un énfasis más humanista. Al incluir conceptos como multiétnico, diversidad, convivencia, legado y utilizar periodizaciones para caracterizar el pasado, se impulsa una perspectiva dirigida a la comprensión, análisis y respeto por la diferencia.
Situación en 2001
Valorización de la multiculturalidad, desde una óptica más incluyente.
El pasado prehispánico es considerado como un factor básico para la construcción de la identidad nacional. La valorización de la multiculturalidad, desde una visión de inclusión, evidencia la importancia de la historia antigua como base cultural y étnica para la conformación de una conciencia histórica.
A nivel educativo se refuerza el énfasis humanístico y se propone un acercamiento más integral al tema, con metodologías más analíticas.
Mayor presencia de la disciplina arqueológica en los contenidos y su forma de exponerlos. Últimas tendencias educativas retoman el estudio del pasado desde una óptica más incluyente de los contenidos culturales.
Arqueología y Educación
A partir de la década de los noventas, se trata de transmitir una mayor conexión con el pasado prehispánico, y una de las herramientas para lograrlo son las visitas a los museos y monumentos arqueológicos.
El Departamento de Antropología e Historia del Museo Nacional de Costa Rica ha brindado visitas guiadas en monumentos arqueológicos a estudiantes de diferentes edades y partes del país, donde se realizan excavaciones científicas. Con ello, los estudiantes conocen de primera mano el trabajo de los arqueólogos y despierten un mayor interés hacia lo prehispánico.
Hoy se aboga por la redefinición de la educación hacia una revisión de lo que tradicionalmente se ha considerado como parte del ciudadano costarricense, basado en la inclusión de los movimientos étnicos que deben ser reconocidos por un Estado que históricamente les ha negado.
El papel del sistema educativo como ente formador debe destacar una identidad cultural diferenciada y visible en las escuelas. Dentro del periodo de 1979 al 2001, es posible detectar un interés por generar un cambio hacia la revalorización cultural de las particularidades y de la riqueza étnica general que compone el país.
Las nuevas tendencias se dirigen a la construcción de un nuevo discurso, que celebra e incluye la diversidad en sus aulas y el imaginario social del pueblo.
El trabajo interdisciplinario y transdisciplinario entre historiadores, antropólogos, arqueólogos y otros profesionales debe verse reflejado dentro de la educación de las nuevas generaciones, para construir una identidad nacional verdaderamente costarricense.